Red Bull y el negocio de los deportes extremos

La empresa austriaca Red Bull es el fabricante de bebidas energéticas más grande y reconocida en el mundo. Las dimensiones de esta compañía son literalmente monstruosas: tuvo ventas por 6,067 millones de euros en el 2019, vendió más de 7.5 billones de latas a nivel global, tiene presencia en 171 países del mundo, cuenta con 12.736 trabajadores y es considerada una compañía pionera en cómo llevar el marketing a un nivel de mucha exigencia empresarial. Pero, ¿cómo se hizo tan famosa y reconocida a nivel global en tan solo 36 años desde su fundación en 1984?

El marketing llevado al límite, si hay algo en lo que Red Bull se debe dar todos los créditos es que posee una forma de ver el marketing que desafía a cualquier autor o libro escrito sobre la materia. Pareciera que persiguiera incansablemente un sólo objetivo empresarial: desafiarse a sí mismo de tal forma que le permita reforzar su propia imagen empresarial ligada a la aventura y al riesgo; Red Bull no enfatiza en las ventajas de su producto sino en el fortalecimiento de su marca como un todo. Al ser una bebida energética cuyo público objetivo son los jóvenes, debía orientar toda su estrategia empresarial a encontrar los espacios donde este público se sintiera fuertemente atraído y los deportes extremos fue el camino que encontró para diferenciarse y especializarse.

El multipatrocinio, la apuesta de Red Bull por patrocinar una gran cantidad de eventos vinculados a deportes extremos (o multipatrocinio) se da en el marco de la cercanía que estos deportes tenían con su público objetivo. Sin embargo también eran absolutamente conscientes de que estos deportes no tenían una gran repercusión mediática en los canales de comunicación tradicionales por lo que vieron necesario complementar su estrategia de eventos en deportes extremos con una cobertura propia donde grabaran, produjeran, editaran y distribuyeran el material elaborados por ellos mismos a los diferentes medios de comunicación. Esta complementariedad en la inversión en eventos de deportes extremos y la distribución del material producido a raíz de los mismos es lo que les permitió cerrar el círculo de fortalecimiento de marca a lo largo de todos estos años y hacerse de un nombre en la industria deportiva.  Algunos ejemplos de la participación de Red Bull en deportes extremos:

1. Red Bull Metro Pipe: consiste en una competición donde se arma un circuito BMX dentro de alguna estación de metro del mundo.
2. Red Bull Storm Chase: consiste en una competición que se realiza dentro de una tormenta marina de fuerza 10 en el hemisferio norte del mundo.
3. Red Bull Art of Motion: consiste en una competición de parkour que se lleva a cabo en ciudades con arquitectura que permitan realizar diferentes tipos de piruetas.
4. Red Bull Cliff Diving: consiste en una competición de clavados en diferentes acantilados alrededor del mundo.

Gracias a esta forma cíclica de fortalecimiento de imagen de marca es que Red Bull pasó ahora de ser una bebida energética vinculada al ámbito deportivo a ser una bebida vinculada a otros aspectos de la vida diaria de las personas donde también se necesita incrementar la energía como mantenerse mayor tiempo despierto para estudios o salir a bailar y divertirse con amigos.